Wednesday, January 31, 2007

Bávaro Weekend











Después de haberme pasado el principio de la semana pasada cambiando mi decisión a cada momento, llegó el miercoles. Se anunció con un sol de playa y un calor de verano. La propuesta de ir a Bávaro ya tenía días sobre mi como mosca detrás de comida. Había llegado la hora donde hay que saber qué hacer. Para mi suerte, mi hermana, al igual que yo, tenía tambien planes para el extenso fin de semana que se nos echaba encima. Eso hacía más fácil para mi obtener mi permiso. Y aún mas fácil lo hacia el hecho de tener esos problemitas de hospedaje y taquillas ya resueltos. Una vez sacado el permiso, solo había que esperar el sábado.
El mismo me recibió destruido de una noche de tocada y bebida. Fué una buena noche de viernes. Pero Bávaro se hacía escuchar desde la lejanía del este.
Llamadas van, llamadas vienen. El calor sube y el sudor baja. Sol que ardía de ansias por vernos encaminados hacía ese lugar desde donde él regresa. No lo defraudamos, y casi a las 5 de la tarde, el mismo Sol nos despedía anaranjado de placer.
Fueron un par de horas más y el viaje apenas empezaba. La revuelta de La Romana nos detuvo en Jumbo. Perdimos valioso tiempo, pero ya teníamos un problema menos: comida. Al salir de ahí, la luna era quien había despedido al sol y ahora era ella nuestra guía.
Por fín Altos de Chavon había quedado atrás y solo tenía que preocuparme por ver bien la carretera estrecha y oscura. De pueblo en pueblo y de hoyo en hoyo, pusimos pie allí. Donde ocurriría lo inolvidable.
Los relojes pasaban de las 10 de la noche. Todos cambiados y cenando en el comedor del apartamento, nos quejábamos de lo poco que íbamos a disfrutar del evento de la noche. Habíamos llegado un poco tarde a Bávaro. Pero quedaba tiempo, aunque fuese poco. Logramos llegar a JellyFish al rededor de la media noche. Solo pensaba en disfrutar al máximo las 2 horas que quedaban. Caminando a la entrada empiezo a ver rostros conocidos, uno de los cuales me da lo que considero la noticia de la noche: "Dizque es hasta las 5".
Las buenas noticias son buenas. Lo que era una relajada caminata a una fiesta, se había vuelto una marcha de saltos hacia el amanecer. Admito que cuando me hice paso por la inexistente fila, lo primero en llamar mi atención fueron las carpitas de las bebidas.
Con trago en mano me adentro a la noche. Con música a todo volumen se alienta al espíritu. Primero ella, después el. Sale Luciano y regresa Tania. El telón se abre, el telón se cierra. La lluvia cae, pero no salpica. Las horas pasan mientras las bocinas repican. Funesta mirada a la hora y van a dar las 5.
Los ánimos se tornaron aleatorios, pero la música continuaba. Contando los segundos, la noche perdió lo negro. El sol una vez más se interponía entre la tierra y el universo. El sueño y cansancio se interponía entre nosotros y la mañana ebria de luz. Cama para los enfermos.

1 Comments:

Blogger Nadia said...

hehehehe... tu deberias de escribir mas a menudo keiv!

12:40 PM  

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