El Ultimo día del año

Son las 4.30 de la tarde. Me encuentro en la oficina hogareña de mi padre casi sumergido en el polvo que han dejado construcciones cercanas, muestra real del crecimiento de esta pequeña urbe del nordeste, San Francisco de Macorís. Desde aquí escucho las voces femeninas que en este momento resuenan en la sala. Casi es hora de empezar a mover los trapitos que uno se va a poner para la cena, y claro, la pinta para salir despues de las 12 y asi dejarla sobre la cama. El calentador ya está encendido, y ahora en diciembre, es más útil que un velón en Guachupita. Mi madre me acaba de mandar al baño y justo en este momento escucho a mi padre entrar a la casa, señal de que debo obedecer el mandato con más rapidez. Quisiera tener más que escribir, pero hay una sola cosa en mi cabeza: es el último día del año. Un año que fué fugaz y distinto. El cual trajo una amargura nueva cada día, y una desilusión más grande cada més. Pero que al final culminó como toda historia real, no totalmente felíz, pero con mucha armonia y paz. Ya mañana es un día nuevo, de un año nuevo. Preñado de cosas nuevas, buenas y más bonitas. Sé que el 2006 parirá de todo, pero sólo criaré los buenos frutos. Sólo cuidaré los mios. Sólo anidaré mis ilusiones. Y sólo tendre 1 camino.

Espero que cumplan todos sus nuevos deseos y actualicen sus viejas metas.
Felíz y Próspero 2006.
ESTA NOCHE: BONCHE HASTA EL NUEVO SOL!!!